EL
MUNDO
12 julio
2020
Tomar
ibuprofeno podría causar una quemadura solar: los medicamentos
fotosensibilizantes son los grandes olvidados
Boticaria García
Este año estamos centrando la atención
en la posibilidad de que los geles hidroalcohólicos
nos puedan producir quemaduras si los aplicamos antes de tomar el sol, pero no
hay que olvidarse nunca de otros elementos, como los fármacos, muchos de ellos
fotosensibles y fotosensibilizantes.
Una de las dudas que ha sido trending
topic estos días es si usar geles hidroalcohólicos
podría aumentar el riesgo de quemadura solar. Es cierto que el alcohol es un
compuesto irritante que, aplicado sobre la piel y unido a la radiación
ultravioleta, forma un cóctel poco recomendable. Pero, como suele ocurrir, unos
crían la fama y otros cardan la lana. Aunque el combo 'gel hidroalcohólico
+ sol' puede acabar en una reacción irritativa, no debemos olvidar que hay
otros compuestos, entre ellos un buen número de medicamentos de uso común, que
sí pueden originar quemaduras en combinación con el sol y de los que nadie se
preocupa tanto como del manido y temido bote de gel hidroalcohólico.
A la hora de preguntar sobre las precauciones antes de tomar
un fármaco nos suele preocupar si hay que hacerlo con el estómago lleno o
vacío. Si nos dará sueño o nos dará alergia. Si interactúa con otros fármacos o
con el alcohol. Pero las 'interacciones' de los fármacos con el sol son las
grandes olvidadas.
En este artículo nos adentramos en el desconocido mundo de
los fármacos fotosensibilizantes y fotosensibles. Y de las reacciones
fototóxicas y fotoalérgicas. Porque aunque los conceptos puedan parecernos
igual, en realidad son muy diferentes.
1.
¿Qué es un
medicamento fotosensible?
En primer lugar es importante establecer la diferencia entre
medicamentos fotosensibles y fotosensibilizantes. Los medicamentos
fotosensibles no se llevan bien con el sol, pero en este caso los mayores
perjudicados son ellos mismos. La luz puede alterar sus propiedades
físico-químicas y farmacológicas. El resultado es que el medicamento no solo
puede perder eficacia sino también cambiar su estructura y generar compuestos
tóxicos. Desde la industria farmacéutica se toman medidas desde hace siglos
para preservar estos fármacos de la luz como, por ejemplo, envasarlos en los
clásicos frascos de color topacio o en blísters de
papel de aluminio.
2.
¿Qué es un
medicamento fotosensibilizante?
Los medicamentos fotosensibilizantes son aquéllos que no se
llevan bien con el sol pero, a diferencia de los fotosensibles, en esta ocasión
los grandes perjudicados no son ellos sino nosotros mismos. Estos medicamentos
se caracterizan por ocasionar reacciones nocivas en nuestra piel en combinación
con la radiación ultravioleta. Es importante que los profesionales sanitarios
conozcan bien cuáles son estos fármacos a la hora de prescribirlos o
dispensarlos para ofrecer las pautas adecuadas y evitar estos efectos
secundarios en los pacientes. Que nadie piense que estos fármacos son rara avis
o muy específicos. Actualmente se han descrito más de 300 medicamentos
fotosensibilizantes y gran parte de ellos son de uso común.
3.
¿Qué es una
reacción fototóxica?
Explicándolo de manera muy sencilla, una reacción fototóxica
tiene lugar cuando el fármaco es capaz de amplificar la acción nociva del sol.
El fármaco que, una vez tomado vía oral anda pululando por nuestro cuerpo,
también cerca de la piel, es capaz de absorber la radiación ultravioleta y
liberar la energía produciendo un daño mayor sobre el ADN y las membranas
celulares de lo que lo haría la radiación solar por sí misma. Estas reacciones
aparecen en pocos minutos o en unas horas. Su aspecto es el de una quemadura
con vesículas y ampollas que suelen aparecer en el mismo lugar donde ha
incidido el sol.
4.
¿Qué es una
reacción fotoalérgica?
A diferencia de las reacciones fototóxicas, en las
fotoalérgicas interviene el sistema inmunológico. La radiación es capaz de
convertir el fármaco en un alérgeno culpable de la aparición de enrojecimiento,
descamación, prurito y a veces ampollas y manchas similares a las de una
urticaria. Estas reacciones son más frecuentes con cremas y pomadas de uso
tópico y los síntomas aparecen más tarde, entre 12 y 72 horas tras la
exposición. En este caso, curiosamente, la reacción puede aparecer en otra
parte del cuerpo diferente a aquella donde ha incidido el sol.
5.
¿Cuáles son los
principales medicamentos fotosensibilizantes?
Como ya hemos comentado, a diferencia de lo que algunos
podrían pensar, no son medicamentos raros ni muy específicos, sino que gran
parte de ellos están en el botiquín de cualquier casa. Son fármacos
fotosensibilizantes, por ejemplo: antiinflamatorios de tipo 'AINE' como
ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco, antibióticos
como azitromicina o norfloxacino,
anticonceptivos orales como estradiol o levonorgestrel (la famosa píldora del
día después), antihipertensivos como enalapril o losartán, antiulcerosos como omeprazol
o ranitidina, hipolipemiantes
(medicamentos para bajar el colesterol) como simvastatina
o atorvastatina o psicofármacos clásicos como el
diazepam, entre otros.
6.
¿Qué podemos hacer
para prevenir las reacciones de fotosensibilización?
Tal y como explicamos desde estas líneas la semana pasada,
aplicar el fotoprotector adecuado para tu fototipo, en cantidad necesaria y con
la frecuencia suficiente es la clave para evitar la quemadura solar. Y si esto
es fundamental en condiciones normales, más aún cuando hablamos de evitar una
reacción fototóxica o fotoalérgica. Además de la fotoprotección no debemos
olvidar la fotoevitación. Es decir, no exponernos directamente
al sol ayudándonos mediante gafas, gorras, pamelas, sombrillas, etc.
7.
¿Existen otras
sustancias fotosensibilizantes además de los fármacos?
Sí. Además de los fármacos ya comentados hay numerosos
compuestos de uso tópico que pueden dejarnos la piel como el rosario de la
aurora. Entre ellos están los perfumes. También hay aceites esenciales como
bergamota, cedro, lavanda, lima, limón, etc. Y por último, entramos en el
capítulo de los colorantes, desde el azul de metileno hasta la laca roja
brillante pasando por la fluoresceína.
Conclusión: Ante la duda, consultemos siempre con nuestro médico o
farmacéutico sobre las posibles interacciones de nuestra medicación con el sol.
Recordemos que la clave, una vez más, está en la fotoprotección y fotoevitación. Y que este año, más que nunca, acudir a las
playas o piscinas en hora punta puede ser un deporte de riesgo.